El Palacio de la Almudaina / Palacio Real de Palma de Mallorca

El Palacio de la Almudaina, antigua sede del gobierno árabe, está considerado como uno de los monumentos más importantes de Palma y uno de los edificios más visitados del casco antiguo, junto con la catedral, la antigua lonja y el castillo de Bellver. El “Palacio Real de la Almudaina” fue la residencia de los gobernantes árabes hasta la reconquista de Mallorca por el Rey Jaume I de Aragón. En ese momento, el palacio estaba situado en primera línea de mar, donde hoy se encuentran los inmuebles de lujo de Palma de Mallorca. El rey conquistador Jaime I mostró poco interés en el edificio. Su hijo Jaume II, sin embargo, llevó a cabo numerosas remodelaciones entre 1303 y 1311. Las visitas guiadas oficiales del palacio dan una idea de la historia de Mallorca. El salón del trono se utilizó por primera vez en 1983, cuando el Consejo de Ministros español se reunió allí bajo la presidencia del Rey Juan Carlos.

En un entorno elegante, con alfombras de los siglos XVI y XVII. Los tapices del Palacio de la Almudaina son una de las mayores riquezas del edificio. Proceden de Flandes y Brabante o de los talleres de los maestros españoles. En la primera planta están las habitaciones de la Familia Real española, así como las llamadas “antesalas”, antecámaras para los visitantes que esperan.

La residencia estival de la Familia Real en Mallorca

Los frescos de la oficina del actual Rey Felipe VI han sido restaurados y la habitación está amueblada con muebles del estilo Imperio. La obra maestra es el gran salón gótico con arcos de piedra y techos de madera. Cada año, la familia real celebra aquí su recepción de despedida para los dignatarios mallorquines. Este palacio, que es uno de los inmuebles más impresionantes del casco antiguo de Palma, puede visitarse todo el año de martes a domingo entre las 10 y las 18 horas, en verano hasta las 20 horas. La entrada cuesta siete euros. Dos veces a la semana, los martes y miércoles por la tarde, el palacio puede visitarse gratuitamente, en invierno (de octubre a marzo) de 15 a 18 horas y en verano (de abril a septiembre) de 17 a 20 horas.

Y para aquellos que necesiten un pequeño aperitivo después del recorrido, recomendamos el consejo del equipo de la oficina de Palma de Minkner & Bonitz: Cuando haga buen tiempo, salgan al muelle de enfrente hasta que aparezca el restaurante “Varadero” al final. Aquí puede disfrutar de una consumición o de unas tapas en la terraza con la quizás más hermosa vista del palacio y de la catedral, y sentirse como si estuviera en la cubierta de un barco.