Esta lujosa finca, construida en estilo mallorquín, se alza sobre una colina en Porreres y ofrece unas vistas panorámicas impresionantes de toda la isla. Edificada en 2013 con gran atención al detalle y materiales de alta calidad, combina el confort moderno con elementos tradicionales como vigas de madera y piedra natural, transmitiendo una elegancia atemporal y un encanto mediterráneo.
En una parcela de aproximadamente 30.587 m² se distribuyen tres edificaciones con una superficie habitable total de unos 400 m². La casa principal cuenta con una cocina moderna y espaciosa, un comedor independiente y una acogedora sala de estar con chimenea, ideal para las noches de invierno. Grandes ventanales permiten la entrada abundante de luz natural y conectan perfectamente con el entorno.
En la planta superior hay tres dormitorios, todos con baño en suite.
En el terreno ajardinado se encuentran dos casas de invitados independientes, cada una con dormitorio, baño en suite y su propia terraza. Una de ellas dispone además de una cocina, perfecta para huéspedes que valoran su privacidad.
Las amplias terrazas y la piscina infinita se funden con las espectaculares vistas que alcanzan desde las montañas hasta el mar. La zona de barbacoa invita a disfrutar de inolvidables atardeceres en compañía. También cuenta con una pista de tenis privada.
Entre los extras de esta propiedad destacan la licencia para alquiler vacacional, calefacción por suelo radiante, aire acondicionado y un sistema de riego automático, lo que convierte esta finca en un refugio único en el corazón de Mallorca.
Casa principal:
Planta baja: Salón, comedor, cocina
Planta superior: 3 dormitorios, 3 baños (en suite)
Casa de invitados 1: 1 dormitorio, 1 baño (en suite), cocina
Casa de invitados 2: 1 dormitorio, 1 baño (en suite)
