Esta finca con un encanto histórico excepcional se encuentra en una parcela de aprox. 17.000 m² cerca de Porreres, en plena y tranquila campiña mediterránea. Reformada con esmero en los últimos años, conserva elementos tradicionales como muros de piedra natural, vigas de madera y armarios empotrados típicamente mallorquines.
El acceso se realiza a través de un portal automático con una impresionante avenida de palmeras, limoneros y adelfas que conduce a esta joya rural. La finca combina una construcción original de unos 200 años con una ampliación realizada en los años 80.
El corazón de la casa es la acogedora sala de estar con chimenea, adyacente a un comedor abierto y una cocina totalmente equipada. Desde aquí se accede a una terraza cubierta con vistas al jardín verde, ideal para desayunos o tardes relajadas. Un dormitorio histórico con estufa de hierro fundido y baño en suite ofrece un espacio cómodo para la familia o los invitados. En la planta superior hay una galería luminosa (ideal como oficina) y otro dormitorio con baño
El exterior es un paraíso mediterráneo con árboles frutales, rincones de descanso y una amplia piscina de 35 m² con espectaculares vistas a la montaña. Dos pozos propios abastecen de agua a la finca y al jardín. La instalación fotovoltaica con 40 paneles solares y generador garantiza la autosuficiencia energética total.
Extras: calefacción por suelo radiante en el dormitorio principal y su baño, calefacción central, aire acondicionado y garaje doble.
Conclusión: Un oasis perfecto – tradicional, sostenible y rodeado de naturaleza.
Planta baja: Salón, comedor, cocina, 1 dormitorio, 1 baño (en suite)
Planta superior: Galería, 1 dormitorio, 1 baño (en suite)
